logo
  • Nov. 26, 2021
  • Responsabilidad Social

Menores de Residencia Familiar Bilbao llegaron hasta el Aeródromo de Vitacura para cumplir su sueño de volar

Una media hora inolvidable arriba de un avión, tuvo un grupo de menores de la Residencia Familiar Bilbao, quienes llegaron este jueves 25 de noviembre al Aeródromo Municipal de Vitacura para cumplir su sueño de volar por primera vez en avión.

A las 11 de la mañana ya estaban en el recinto los pequeños, donde los esperaban seis aeronaves enfiladas para iniciar la travesía, que durante media hora les permitió observar desde el aire importantes hitos de la capital, como la torre Costanera Center, el cerro San Cristóbal, el cerro Manquehue y la imponente cordillera de Los Andes.

En grupos de dos niños y un adulto por avión, los menores de la residencia quedaron maravillados con la experiencia que pudieron concretar a través del Programa Cóndores del Manquehue, que impulsa la Municipalidad de Vitacura en conjunto con el Club de Planeadores en el aeródromo municipal.

Luego de volar, los pequeños compartieron sus experiencias entre ellos y con los representantes del aeródromo y la municipalidad, en un rico almuerzo donado por la empresa Mc´Donalds. Además, conocieron las instalaciones y jugaron en las áreas verdes del recinto.

El Programa Cóndores del Manquehue se viene desarrollando hacer tres años, y hasta ahora ha cumplido el sueño de volar en avión a más de 400 menores de distintas instituciones, como parte del lema del Club de Planeadores “Volar con sentido”, que busca desarrollar la pasión por volar aportando de manera permanente a la comunidad mediante distintas actividades de este tipo.

“Esta iniciativa se ha consolidado en el tiempo y la hemos ido ampliado a distintas instituciones, para que sean cada vez más los niños y niñas que vivan esta hermosa experiencia de volar en avión. Como Aeródromo Municipal de Vitacura, queremos seguir contribuyendo al país y a la comunidad, entregando momentos imborrables para ellos”, afirmó el administrador del Aeródromo, Arturo Diez.